27 ene 2011


El 10 de enero de 2011 se cumplieron dos años de una felicidad enorme. Hace dos años el que hoy yo puedo denominar como "el amor de mi vida" me invitó a formar parte de la suya.
Sí, ya sé pasaron 17 días de aquel aniversario pero me refugio en la frase: "Mejor tarde que nunca"
No creo que te haga un testamento larguísimo amor, porque creo que está todo dicho y que por más que me esfuerce este texto no va a ser nada revelador, porque siempre que tenía algo para decirte -por más mínimo que fuera- te lo decía en el momento. Eso es una de las cosas que me gustan de nuestra relación: podemos hablar sobre cualquier tema. He escuchado sobre parejas que nesecitan mediadoras o personas que interfieran para que se reconcilien, para que vayan y  averigüen o le pregunten a su pareja qué cosas le gustan o preguntas sobre la intimidad que le dan vergüenza. Con nosotros es distinto, podemos abrir nuestro corazón, contarnos cosas muy profundas (confiamos plenamente que el otro nunca nos traicionaría).
En esto que tenemos encuentro respeto, fidelidad, amistad, amor, contención y una felicidad inmedible.
A pesar de que este verano tuvimos bastantes discuciones por muchas pelotudeces y otras no tanto te siento tan cerca como te sentí siempre y ojalá eso nunca cambie.
Sé que estoy en falta con vos, por muchos aspectos de los que hablamos este verano y que no pienso discutir acá. Pero sabé que estoy intentando cambiar esos aspectos negativos para darte lo más (y mejor) que pueda de mí.

TE AMO.
 C&L............

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