Sentada en el asiento trasero de un auto, miro las casas pasar, miro a la gente de afuera y por último me veo a mí. Me encuentro sentada con las piernas entrecruzadas, las manos se apoyan y descansan en mi falda. En una un ramo de mis flores favoritas, jazmines, y en la otra una carta que decía 'te amo' gigante sobre la hoja, toda decorada con dibujos y que estaba llena de palabras dulces. Y entonces fue cuando me miré nuevamente y me sentí la mujer más amada en este mundo.
Gracias, Leandro. Sos el mejor novio en toda la galaxia.
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